martes, 20 de septiembre de 2011

Flores de Bach, equilibrio esencial

Edward Bach, gran investigador y bacteriólogo, además de médico y homeópata, escribió:
“La enfermedad no es una crueldad ni un castigo, sino solo y únicamente un aviso: es un instrumento del que se sirve nuestra propia alma para mostrarnos nuestros errores, prevenirnos de otros e impedirnos cometer más daños; para devolvernos al camino de la Verdad y de la Luz, del que nunca deberíamos habernos apartado”.






¿Qué son las Flores de Bach?
¿Alguna vez has conocido a alguien que vive en continuos planes futuros o en la creencia de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”? ¿Has contemplado algún shock nervioso, ataque de ansiedad, parálisis
por el miedo? ¿Tienes algún conocido que padezca de fobias o tenga una inseguridad excesiva? ¿Conoces casos de traumas o secuelas profundas del pasado? ¿Alguien intolerante o que cometa siempre los mismos errores? Incluso tú, ¿te sientes agotado psicológicamente, impaciente, desmotivado o deprimido? Estos serían algunos de los casos en los tendrían aplicación las Flores de Bach.

Los miedos, los traumas, la frustración, la rabia, la soledad, la falta de amor, la incomprensión, el rencor, son emociones que han estado con nosotros desde que existe el género humano, podemos decir que nos vienen de serie. No son necesariamente algo malo, pues nos ayudan en nuestro aprendizaje y camino de superación personal, el problema llega cuando parece que la emoción “ha venido para quedarse” y la sufrimos durante días, semanas, meses e incluso años; cuando no
logramos liberarla y ésta empieza a tener repercusión directa sobre nuestra mente y nuestro cuerpo. Las flores de Bach son un sistema holístico, una medicina sutil y eficiente que actúa sobre uno de los campos más olvidados de la medicina tradicional: las emociones. En palabras del Doctor Bach: “Para corregir una enfermedad física es necesario primero corregir los problemas mentales y emocionales del paciente”. La terapia de Flores de Bach persiste en la actualidad después de más de 70 años de innumerables pruebas parar tratar los problemas físicos, mentales y emocionales de los seres vivos con resultados magníficos.

¿Cómo se clasifican las flores y cuáles son sus efectos?
Primer grupo:
Para tratar los temores
Los temores que abarca van desde los que no tienen explicación aparente ni razón, hasta el miedo a las cosas del mundo: accidentes, pobreza, estar solo, enfermedades..., pasando por el miedo a perder el control mental o las situaciones de terror.
Integran este grupo el mímulo, el álamo temblón, la cerasífera, el castaño rojo y el heliantemo o Jarilla.

Segundo grupo:
Para tratar la incertidumbre
Orientado a aquellos que no tienen confianza en sí mismos para tomar sus propias decisiones, personas que se desalientan fácilmente, que sienten que no
tienen fuerzas suficientes -
mentales o físicas- para llevar la carga de la vida sobre sus hombros o que han perdido la fe en que se pueda hacer algo por ellas. Integran este grupo la avena silvestre, el hojarazo, la aulaga, el scleranthus, la ceratrostigma i la genciana de campo.

Tercer grupo:
Para tratar el desinterés en el tiempo presente
Colectivo amplio que incluye tanto a los que viven en sus planes futuros como a los que transitan por sus recuerdos del pasado. Para aquellos que están agotados por el sufrimiento padecido en algún momento de su vida y para los que siempre cometen el mismo error porque no reflexionan ni aprenden de la
experiencia. Integran este grupo la madreselva, el brote de castaño, la clemátide, la mostaza, el castaño de indias, la rosa silvestre y el olivo.

Cuatro grupo:
Para tratar las manifestaciones de la soledad
Conjunto que engloba a aquellas personas que están buscando constantemente la compañía de cualquiera para no sentirse solas y también, por el contrario, a aquellas que siempre escogen la soledad como mejor opción. Los impacientes también tienen cabida en este grupo pues la planta que lleva su nombre ayuda a combatir la irritabilidad y frustración causadas por la impaciencia. Forman el grupo la violeta de agua, el brezo y la impaciencia.

Quinto grupo:
Para tratar la susceptibilidad e influencias a las opiniones de los demás
Personas fácilmente dominables por las opiniones ajenas, aquellas a las que la influencia de los demás puede llegar incluso a desviarles de sus ideales, a las que se ven frecuentemente atacadas por pensamientos como la envidia, venganza o sospecha y las que ocultan sus sentimientos tras un rostro alegre por evitar confrontaciones.
Integran este grupo la agrimonia eupatoria, el acebo, el centaurium umbellatum y el nogal.

Sexto grupo:
Para tratar la desesperación y el abatimiento
Momentos de angustia insoportable, circunstancias de gran impacto emocional, fuerzas para afrontar una tarea difícil, purificación, ayuda para considerarse tan aptos y con tanto derecho al éxito como los que les rodean y liberación del exceso de culpa. Todas estas características son las que tratan las flores de este grupo.
Lo integran el manzano silvestre, el castaño dulce, el olivo, la leche de gallina, el olmo, el alerce, el pino y el sauce.

Séptimo grupo:
Para tratar aquellos que sufren por los demás
Categoría que se dirige a las preocupaciones o actitudes sobre los demás: pensar mucho en las necesidades de los que te rodean y tender a la sobreprotección, tener principios e ideas fijas e intentar convencer al resto de ellos, sentir la necesidad de ver más belleza y bien en cuanto te envuelve.
Integran este grupo la verbena, la achicoria, el haya, la vid y el agua de roca o de manantial.

¿Cómo funcionan y qué pasa si no obtengo resultados?
El procedimiento consiste en el uso de 38 esencias naturales que inciden sobre las vibraciones más sutiles del hombre. Las flores actúan sobre aquellos obstáculos que se interponen en- tre nuestra personalidad y nuestro potencial espiritual y que producen una vibración distorsionada de nuestro campo energético que, con el tiempo, puede degenerar y activar un malestar de tipo físico.
El objetivo prioritario de las flores es el de relacionarse con nuestras características básicas para devolverlas a su equilibrio esencial y, por consiguiente, y a través de su vibración energética beneficiosa, recordarnos quiénes somos y cuáles son nuestras autenticas potencialidades.
Según el Centro Bach en el 25% de los casos la terapia no surge efecto. Las principales causas que interfieren en el proceso pueden ser que no se estén tomando correctamente, que la mezcla no sea la adecuada, que las expectativas eran exageradas y por eso no percibimos los cambios producidos por las flores, y que exista una falta de disposición real a cambiar.
Las flores de Bach no tienen contraindicaciones, carecen de efectos secundarios y no interfieren en otras medicaciones, por lo que pueden ser tomadas por cualquier ser vivo y en cualquier estado.

Laura Maroto
lauramaroto@creartemagazine.com

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