martes, 20 de septiembre de 2011

Shiatsu, salud preventiva

Originario de Japón, es una terapia manual que centra su actividad en la salud preventiva. Aumenta la vitalidad, alivia la fatiga y estimula la capacidad natural de autocuración mediante la aplicación de presión en puntos claves del cuerpo.





El shiatsu (del japonés, “shi” significa dedo y “atsu”, presión) es una terapia manual japonesa que se lleva a cabo aplicando presiones con los dedos pulgares y las palmas de las manos sobre determinados puntos corporales denominados “tsubo”, con el fin de que la persona tome conciencia para aliviar ciertas enfermedades, molestias, dolores, estrés, trastornos nerviosos, etc.
El shiatsu se fundamenta en las prácticas milenarias que tienen su origen en la Medicina Tradicional China, en que la energía vital (Qi) regula el equilibrio de los cuatro cuerpos inferiores: físico, espiritual, emocional y mental. El cuerpo físico es el que nos permite expresarnos a través de la estructura corporal, y tiene como sustento de energía al cuerpo espiritual. El cuerpo emocional refleja la respuesta de la personalidad al deseo, el ansia de poder, y experimenta con todos los pares de sentimientos opuestos como amor-odio, alegría-tristeza, etc. El cuerpo mental es el que nos permite conectar a los demás cuer- pos inferiores con los superiores o espirituales.
El bloqueo del Qi origina la enfermedad. Dependiendo de en qué nivel se encuentre el bloqueo en cuanto a los cuatro cuerpos inferiores, aparecerán las diferentes patologías. La peculiaridad de cada persona (carácter, situación interior y situación exterior) determinará la forma de enfermarse.
La finalidad del shiatsu es actuar en el nivel energético a través del cuerpo físico, corrigiendo las enfermedades que provienen de la alteración del flujo del Qi, armonizando la energía del cuerpo a través del trabajo de los meridianos que contempla la Medicina Tradicional China.
Tokujiro Namikoshi fue el fundador de la escuela de shiatsu en Japón en 1925. Los primeros terapeutas en España se formaron a principios de la década de los ́90, etapa en la que llega a Barcelona el shiatsu proveniente de la escuela inglesa, una de las más prestigiosas en la enseñanza de esta disciplina en occidente.
La cultura shiatsu sostiene los principios más democráticos posibles, donde la libertad, el respeto, la responsabilidad y la comprensión mutua se conviertan en el motor de nuestras acciones.

¿En qué consiste?
El tratamiento comienza con una entrevista previa en la que se recogen datos acerca de los hábitos y síntoma que tiene la persona. Según el Centro de Enseñanza de la Medicina Tradicional China en el shiatsu, al igual que en la Acupuntura, se utilizan los Cuatro Métodos de Diagnóstico Clásicos: inspección, olfato-audición, in- terrogación y palpación, siendo en este último método en el que aparece el matiz diferenciador, ya que en el Shiatsu se incluye el diagnóstico de Hara, que proporciona un resultado inmediato, es decir, de la situación actual en la que se encuentra el paciente en ese momento concreto”. Este diagnóstico está afectado por la condición de Kyo (“Qi agotado, vacío o inactivovacío”) y Jitsu (“Qi lleno o hiperactivo”).
Cuando el paciente llega a una sesión de shiatsu se encuentra con el terapeuta, con el cual analiza su estado de energía. Este análisis, acompañado de observaciones del propio terapeuta sobre cómo manifiesta el paciente esa energía en su cuerpo (forma de hablar, aspecto, el color que tiene, etc.) dan pie para comenzar a armonizar esa energía.
En un ambiente de total relajación e interacción, el terapeuta realizará al paciente los Cuatro Métodos de Diagnóstico Clásicos.
Una vez realizado el diagnóstico, se realizan las presiones continuas con los pulgares, manos, codos, rodilla y pies sobre los meridianos y tsubo con el objetivo de reequilibrar los meridianos, en un proceso en el que es fundamental la interacción permanente entre en terapeuta y el receptor.

¿Dónde se hace?
El tratamiento de shiatsu se realiza habitualmente en una habitación especialmente ambientada, silenciosa y ténue, normalmente con música relajante de fondo. De forma tranquila y relajada, el paciente se tumba en un futón (colchón japonés que se coloca en el suelo) y comienza su sesión de shiatsu.

¿Cuántas sesiones?
La duración y el número de las sesiones dependen del estado patológico que presente la persona y de su propia sensibilidad al tratamiento. Las sesiones tienen una duración que oscila entre media hora y hora y media, siendo habitualmente las primeras las que mayor tiempo ocupan debido a que el paciente debe exponer sus dolencias y el terapeuta debe llevar a cabo un análisis previo para conocer su estado de salud.
Al principio del tratamiento se suele realizar una o dos sesiones a la semana, para pasar posterior- mente a una sesión quincenal o mensual según como vaya evolucionando el proceso.
“Lo bueno del Shiatsu es que obliga al paciente a avanzar al ritmo que él necesita”, comenta Ricard, terapeuta de shiatsu en el Inside-Outside Training Experience de Barcelona.

Sesiones post-terapéuticas
Uno de los objetivos del proceso de Shiatsu es que el cuerpo tome conciencia de aquello que le está pasando. Esto genera que, en ocasiones, una persona que lleve a cabo este proceso presente en su cuerpo físico una serie de reacciones fruto del movimiento de esa energía interior. Se tratan de efectos transitorios, que se denominan “crisis curativa”, y demuestran que el cuerpo está respondiendo al tratamiento. Por ello, antes de empezar un proceso de esta terapia se explica que es posible que tenga alguno de los siguientes síntomas:
- Cansancio
- Letargo
- Síntomas de resfriado/gripe
- Malestar en el estómago
- Dolor de cabeza
- Agujetas
- Alteraciones emocionales
En el caso de que se presenten algunos de estos síntomas es muy importante entenderlos y tomar conciencia de ellos, ya que serán base para el proceso de autocuración. Si por ejemplo sentimos cansancio después de una sesión de Shiatsu, el cuerpo está manifestando la necesidad de descansar que, con frecuencia, es una parte fundamental del proceso de curación. Liberar esta energía en forma de síntoma o emoción indica que estamos empezando a reequilibrarnos y curarnos. “Nosotros recomendamos al paciente que el día de la primera sesión se lo dedique en completo para él”, dice Txus, terapeuta de shiatsu en el Inside-Outside Training Experience de Barcelona.

Beneficios del Shiatsu
Minimiza y elimina dolores musculares y articulares
Corrige disfunciones internas
Favorece procesos circulatorios, digestivos y respiratorios
Reduce dolencias psicosomáticas (ansiedad, estrés, migrañas, problemas emocionales)
Alivia la carga emocional y la tensión acumulada
Promueve la escucha sensible del propio cuerpo
Mejora el estado anímico y físico de la persona


Jorge Lago
jorgelago@creartemagazine.com

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