martes, 15 de mayo de 2012

Nuevas Tendencias: Rebirthing


El Renacimiento (Rebirthing o Breathwork) es una técnica de sanación emocional que fue descubierta por Leonard Orr en la década de los 60 y permite contactar con emociones primarias  a través de la respiración conectada y consciente.

Esta terapia permite acceder a la información almacenada en la memoria celular permitiendo llegar al momento preciso en el que se instaló una creencia en el subconsciente. Puede tratarse de un evento de la niñez: una palabra, una acción propia o del entorno; o puede incluso llevar a memorias de la concepción y gestación. El subconsciente almacena gran cantidad de información responsable de crear la ‘realidad’ que experimentamos, la cual comenzamos a cuestionar cuando nos encontramos repitiendo patrones de comportamiento desagradables o vivimos las mismas experiencias dolorosas una y otra vez.  La primera señal de cambio viene a través de una pregunta del tipo: ¿por qué siempre termino haciendo esto aún cuando ya sé que el resultado va a ser el mismo? o las típicas afirmaciones “es que yo no tengo suerte”, “es que yo siempre…”, “es que yo no merezco…” (¿te parece familiar?).

Desde que nacemos estamos expuestos a todo tipo de información y hasta la edad de seis años aceptamos todo lo que recibimos sin cuestionar, empezando a crear el modelo mental con el cual iremos comparando cada experiencia que vivimos a medida que vamos creciendo. Empezamos experimentamos el trauma de salir de un espacio seguro y cálido a una sala de partos fría en la cual nos reciben, además, con una nalgada (¡¡ouch!!). Aunque no seamos conscientes de ello, creamos la primera imagen de dolor: ‘la vida es sufrimiento’. Luego, vivimos lo que Leonard Orr llama ‘el síndrome de desaprobación parental’ en la forma de: ‘no llores’, ‘eres malo por hacer esto o lo otro’, ‘mira a tu vecinito/amiguito/hermanito que bien se porta, sin embargo tu…’, y un largo etcétera. Esto hizo que poco a poco empezáramos a callar nuestros sentimientos y a ocultar nuestra verdadera naturaleza para complacer, para ganarnos el amor, el afecto o la aceptación de papá y mamá (que después trasladamos a nuestras relaciones). Pasamos por la escuela y nos damos cuenta que tenemos que adoptar otras formas para ser aceptados por el grupo… así pasamos la vida construyéndonos y reafirmándonos a partir de patrones externos distorsionados creando nuestra propia “mentira personal”.

También la forma como hemos sido concebidos o incluso la forma como hemos nacido tiene su aporte en nuestra creación. Algunos ejemplos que he visto en la práctica: si en la concepción hubo violencia, puede haber una tendencia a desarrollar una personalidad violenta sin razón aparente. Si eres de las personas que sienten asfixia al usar corbatas o bufandas, pregunta si durante tu gestación se te  enredó el cordón umbilical en el cuello; o si eres de los que necesitan siempre alguna ayuda para emprender algo, para salir de una situación o para tomar decisiones, puede que hayas nacido con asistencia (vía cesárea o fórceps). Todas estas experiencias se hacen vívidas y presentes mediante el Renacimiento, permitiendo entender racionalmente la raíz de tales tendencias por lo que tienes el poder de cambiar el impulso primario por la certeza de que todo está bien y solo depende de tu poder.

Ahora bien, ¿en qué consiste esta terapia?. La base principal del trabajo de Renacimiento consiste en la técnica de respiración conectada y consciente: el unir la inhalación con la exhalación en un solo proceso, sin pausa, sin forzar. Este ciclo conectado contribuye a desintoxicar el cuerpo y, a medida que la persona se va energizando y relajando, desbloquea las emociones a la vez que trae a la mente las imágenes del momento preciso en el cual se instalaron tales emociones y los pensamientos asociados a ellas. Es importante tomar en cuenta que este proceso debe ser asistido por un profesional (Renacedor), de manera de garantizar un acompañamiento efectivo. El rol del renacedor es observar a la persona que respira, mantenerla consciente y, a través de afirmaciones positivas, coadyuvar al reemplazo de las creencias que desatan las emociones negativas por afirmaciones potenciadoras.

Probablemente a estas alturas de la lectura hayas podido identificar pensamientos o situaciones dolorosas que se han repetido en tu vida. Lo importante es abrazar tales experiencias y emociones como oportunidades de mejora, en lugar de rechazarlas ya que la resistencia es la causa del sufrimiento o, como decía Buda, “lo que resiste persiste, lo que se acepta se transforma”. Esta consciencia te permite romper con los patrones y cadenas que te han tenido atrapado en ciclos de sufrimiento, desarrolla tu propia compasión y te da el poder infinito de moldear una nueva realidad a partir de un cambio profundo. ¿No te parece maravilloso contar con este poder?

Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar. No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, así como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos.
Mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser títere de las circunstancias porque tú mismo eres tu destino.
Levántate, mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida.
Nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.
(Extracto del Poema “No culpes a nadie” de Pablo Neruda).

Ejercicio para energizarte:

Inhala profundamente a través de boca o nariz. Sin hacer pausa, exhala inmediatamente (por la misma vía) suavemente y sin forzar. Repite este ciclo una y otra vez, nota como  te llenas de energía, descubriendo tu poder a través de la respiración circular consciente.

Maria Teresa Febreiro
mt@creartemagazine.com

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